El Calcio es un mineral que está concentrado en más del 90 % en los huesos y dientes, el resto está en la sangre. El calcio lo podemos encontrar en productos como la leche el queso, el yogurt, el jocoque, en algunos vegetales como lo son las espinacas, la col, las acelgas y el brócoli. El tofu y las almendras también nos proporcionan Calcio.
El Calcio nos ayuda a protegernos contra el cáncer, reduce la presión arterial alta, controla el peso, es benéfico para el sistema nervioso, para la coagulación sanguínea y para el insomnio. Los alimentos ricos en vitamina D ayudan a fijar el calcio y así fortalecer los huesos.
Las personas con intolerancia a la lactosa no pueden tomar lácteos, en este caso los derivados de la soya funcionan como sustitutos, son muy saludables y ayudan a conservar el calcio en nuestro organismo.
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Un «Antioxidante» es una clasificación de varias sustancias orgánicas, incluyendo las vitaminas C y E, la vitamina A (betacaroteno), selenio y un grupo conocido como los carotenoides. Los carotenoides, de los cuales el caroteno beta es el más popular, son pigmentos que agrega color a muchas frutas y verduras (sin ellas, zanahorias no serían anaranjadas, por ejemplo)
La hipoglucemia se caracteriza por una baja concentración de glucosa en la sangre, menos a 50/60 mg por 100 ml. Esto se da cuando hay más insulina de la necesaria para mantener niveles normales de glucosa en la sangre.
Los frutos secos son así llamados porque todos tienen una característica en común: en su composición natural (sin actividad humana manipulando) tienen menos de un 50% de agua. Son alimentos muy energéticos, ricos en grasas, en proteínas, así como en oligoelementos. Según el tipo de fruto seco, también pueden aportar buenas cantidades de vitaminas (sobre todo del grupo B) o ácidos grasos omega 3 (poliinsaturados).